12. TAILANDIA

TAILANDIA

NOTA: Triqui está convaleciente, mejorando pero con ataques de ansiedad, y como es incapaz de mantener al día el blog hemos decidido actualizarlo nosotros. Lamentamos que no le guste nuestro estilo plano de fastblogging, pero donde manda capitán... Ya veremos si le dejamos contar 'la verdadera historia', que dice él...

Después de Camboya, que es donde Triqui lo dejó, fuimos a Tailandia, o más bien volvimos porque era nuestra segunda vez. Os ponemos unas fotitos resumen de nuestro paso por el ex exótico país, porque no nos da tiempo para más. Cuando se entere Triqui nos mata, con las broncas que le hemos echado a él…

Como ya conocíamos Bangkok y todo el norte, hasta el Triángulo del Oro, por el viaje del 2003, decidimos abandonarnos a la playita del sur en Puhket y Phi Phi island y nos tomamos el país en plan relax, como unas vacaciones dentro de otras vacaciones. Primero repetimos unos días en Bangkok, pero nos abstuvimos de palacios reales y demás, que ya estaban vistos, y nos dedicamos más a la vida de calle: un día pillamos una barquita de línea, como si fuera un autobús, que nos llevó a Chinatown por el río Chao Praya, dejando pagodas y templetes a izquierda y derecha.

PAGODA

PALACETE

BUDA MULTICÉFALO

Y aprovechamos a visitar el mercado de la ciudad, con los puestecillos de casitodo tan típicos del sudeste, con la particularidad de que éste es el más grande del mundo. Queríamos ver los tenderetes con peleas de gallos que anunciaba la Lonely, pero estaban finiquitados, así que nos alegramos por los plumíferos.

BARATO BARATO...

Aprovechamos también para salir por las noches, porque la excéntrica marcha de la ciudad es bastante curiosa, cabe casi de todo y uno se imagina aquí tanto a Antonio Gala como al monstruo de Amstetem… Algunos distritos están dedicados a la cosa convexa, que diría Mecano, todo plagado de reclamos más erótico que festivos, enfocados a la práctica del ping pong no como deporte de mesa, sino de cama, y hay un montón de espectáculos subidos de tono para el que tenga interés por la, digamos, antropología.

De ahí saltamos a Puhket para pasar la Navidad, que aquí se diferencia de la no-Navidad en que algunos negocios ponen un árbol de plástico con un par de espumillones y tres bolas, pero vamos, que con el solazo y el ambiente playero carece de credibilidad. Cuando estábamos aterrizando en la isla el chico que teníamos al lado se puso a hablar con nosotros, nos dijo que era de Fiji, que entrenaba al equipo de rugby, que le venían a recoger al aeropuerto y que si íbamos para Patong (lo más festivalero de Puhket) nos llevaba. Joer, estupendo. Igualito que en Madrid, vaya, ni él se hubiera ofrecido ni nosotros habríamos aceptado. Nos llevó hasta el centro, nos ahorró el taxi de cincuenta minutos, y encima nos contó un montón de cosas de su archipiélago natal, momento en el que decidimos cambiar Vanuatu por Fiji como futuro destino en nuestra ruta. Somos bastante volubles, así que nos vino fenomenal para zanjar uno de los mayores dilemas de la globivuelta.

Patong es una tira de playa con un montón de hoteles, restaurantes y baretos lleno de australianos, en la que uno podría imaginarse que está tanto en Benidorm como en Bali, salvo por la comida y las lady boys, que son cientos de chicos travestidos o en algunos casos operados que viven totalmente integrados con bastante normalidad (en realidad hay un número increíble en toda Tailandia), y son considerados de hecho un tercer sexo. 

MARCHANDO UNA DE LADY GAMBAS...

Se dedican a todo tipo de actividades aunque en general están más vinculadas a los negocios y el mundo de la noche.

También existe un sector creciente de birmanos que se encargan de los trabajos peor remunerados, viven en poblados aparte y todos los días los desplazan a trabajar en camiones, fundamentalmente para la construcción.

Este chico birmano trabajaba de camarero, muy vivo, y si os fijáis tiene en la cara un lunar con un pedazo pelo impresionante. Los agraciados con un lunar piloso-facial se lo dejan crecer hasta el infinito (asco) como reclamo de buena suerte, cosa que habíamos detectado en Camboya y sobre todo Vietnam. También se dejan larga la uña del dedo meñique, un par de centímetros, aunque no quisimos preguntar porque aparte de la función destornillador sólo se nos ocurría una cosa de explicación completamente prescindible.

PELILLOS A LA SOPA

El recuerdo del tsunami del 2004 está muy presente porque aquí llegó con fuerza y murió mucha gente que estaba tranquilamente en la playa, especialmente nórdicos y australianos. A raíz del desastre hay un montón de carteles que fijan la ruta de evacuación.

TSUNAMI

Justo nos pilló allí la celebración del sexto aniversario, el 26 de diciembre, y vimos a los locales hacer un monumento de conmemoración con arena de la playa.

Por lo demás Puhket no tiene más interés que servir de base para explorar las increíbles islitas de alrededor. Las Phi Phi son un paraíso que sólo tiene como defecto que no lo hemos descubierto nosotros, -había unas cuantas toneladas de turistas de más en algunas playas-, y que si te descuidas te fríen los mosquitos. VT come tanto dulce que sus piernas debían estar deliciosas para los artrópodos, salió a media docena de picotazos por pierna cuadrada el día que nos dio por buscar calas solitarias y adentrarnos en la semijungla. Las islas son preciosas, están jalonadas con peñascos en medio del mar, al estilo de la Concha de San Sebastián, y la arena-harina es la más fina que nos hemos encontrado en la vida.

Nos pillamos una habitación en un bungalow en la isla principal (Phi Phi Dom) con vistas a un pequeño lago con montañita.

EL ESTANQUE VERDADO

Y nos recorrimos sus playas, las de roca y las de arena.

VERDES ROQUITAS

PHI PHI REPIPI

CHULI PLAYI

Hay un caminillo que sube a un mirador desde el que se divisa el estrecho istmo entre las dos partes de la isla, espectacular.

EL MISMÍSIMO ISTMO

En general se come barato y estupendamente, reincidimos en los noodles y nos hinchamos de piña, que estaba deliciosa. En un restaurante bufét encontramos lo siguiente:

CADA UNO LO SUYO

Queda claro que aquí tienen su sitio.

Por lo demás nos dedicamos a viajar a las islas vecinas para hacer snorkelling entre cientos de pececillos de colores…

ENTRE ISLAS

AL AGUA MALAGUETO

…y visitar las calillas espectaculares en las que se han grabado unas cuantas películas. En ésta se filmó ‘The beach’, del DiCaprio:

THE BEACH

Y esta otra (al norte de Puhket, no pertenece a las Phi Phi) es autoexplicativa, se llama ‘James Bond’, concretamente por una de Roger Moore:

007

En aquesta había monos y era una monada:

QUE CALA TAN CUCA

Aunque para monos nosotros:

ENARENADO

DESPEGUE

También hicimos excursiones en kayak en unas cavernas que se forman debajo de las montañas

KAYAKING BAJO CAVERNING

Y vimos unas cuantas serpientes retozando en los manglares

SERPENTEANDO

Nos quedó muy buen sabor de boca y nos fuimos a Malasia con las pilas cargadas…

BYE BYE TAILANDIA....