2. DUBAI

DUBAI

Bueno, en Dubai tuvimos toda la suerte del mundo, con nombre propio: nuestro amigo Daniel. Nos invitó a su casa-villa con todo lujo de comodidades en una de las mejores zonas de Dubai. Al día siguiente nos sorprendió con una jornada increíble, nos llevó hasta Abu Dhabi (emirato vecino a 160 km) y estuvimos navegando en su velero con él y Abraham (un televisivo y saleroso 'andaluz por el mundo'), entre aguas cristalinas e islas de arena en las que retozamos cual galápagos...

VILLA DANIEL

MALAGUETO EN ABU DHABI: PONTE FACTOR 50...

VITOBAÑO

Los siguientes días los dedicamos a las distintas partes de ciudad: casco 'antiguo' (nada pasa de 40 años), centros comerciales ('Dubai Mall', el más grande del mundo, requetepuestísimo, el 'Mall of the Emirates', no menos requetepuesto y con su estación de esquí -en mitad de este desierto-, etc...). y por supuesto, nos subimos al Burj Dubai (ahora Burj Khalifa, porque el que paga manda), que es el edificio más alto del mundo, inaugurado este enero de 2010. Las vistas desde el observatorio del piso 124 son abracadabrantes.

PEDAZO CACHARRO...

FROM TOP OF THE WORLD...

Después de rogarles hasta el infinito y más allá, convencí a estos dos tacañones para que me llevaran a tomar un cóctel al Burj Al Arab, el hotel vela (¡GUAYSSS!). Subimos a la planta 27, donde está el Sky View Bar, con una vista panorámica de la ciudad, y nos pedimos un cóctel cada uno y unas tapitas de pescado para compartir por el no módico precio de 45 euros/barba, que es el pedido mínimo.

EN EL BURJ... EL EMPLEADO DE ESTA JOYERÍA... ¡ESTABA DORMIDO EN EL MOSTRADOR!

45 TALEGOS PER CÁPITA

JÉ, JÉ, ESTO ES UN BAÑO COMO ALÁ MANDA...

Nunca agradeceremos lo suficiente a Daniel su más que hospitalidad. Im-pre-sio-nan-te la fabulosa cena en la terraza de su restaurante, enfrente del maravilloso patio con las fuentes luminosas al pie del Burj Khalifa. Restaurante Ping Pong, no dudéis en degustar sus exquisiteces si os acercáis por aquí.

Resumiendo, y desde mi porcino punto de vista, Dubai es una gran ciudad recién hecha, o mejor dicho a medio hacer, a mitad de camino entre una Nueva York en mitad del desierto o una Las Vegas de los negocios, con un interés desmesurado por entrar en el Guiness que le da ese punto friki que tanto gusta y tanto echa para atrás.

Mañana rumbo a Nepal...